29 julio 2010

La ONU declaró que tenemos derecho a beber agua potable, ahora que le avisen a los que la contaminan

El 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó y proclamó la Declaración Universal de Derechos Humanos. Se incluyeron en la misma, los derechos de todas las personas a la igualdad ante la justicia, a la educación básica, al trabajo, a la vivienda, la vestimenta y a la seguridad social. Sin embargo nada se dijo en esa oportunidad sobre el derecho al agua, quizás porque en ese momento no se pensó que el agua podría convertirse en un producto comerciable.
Ante el planteo del presidente de Bolivia Evo Morales, la Asamblea General de Naciones Unidas, ha declarado hace unas horas que el agua potable y el saneamiento son Derechos Humanos esenciales para el pleno disfrute de la vida. Fueron 124 Estados los que votaron a favor, 0 en contra y 41 abstenciones
Entre los países que se abstuvieron de votar, se encuentran EEUU, Suecia, Dinamarca, Canadá, Japón, Australia y el Reino Unido.
Decir que tenemos derecho a consumir agua potable, es lo mismo que decir que tenemos derecho a respirar aire puro o, dicho de otra forma, que tenemos derechos a vivir. Por lo que a primera vista parecería bastante estúpido tener que contar con una resolución que lo haga.
Sin embargo parece ser muy necesario, ya que al menos 884 millones de personas no tienen acceso a un agua potable segura y más de 2.600 millones de personas no tienen acceso a servicios sanitarios básicos.
El derecho al agua potable no es vinculante en el marco del derecho internacional, por lo que su cumplimiento no es exigible por ley ni siquiera para los signatarios de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Pero esta declaración tiene un importante valor simbólico e influye en la política de la ONU y de varios países en donde el agua es tratada como una mercancía más.
La declaración del agua como Derecho Humano es, sin dudas un paso importante. Pero de por si sola no hará que ni una sola persona, que hoy no puede acceder a la cuota mínima necesaria para su subsistencia, pueda hacerlo mañana.
Esta declaración deberá ir acompañada de un gran cambio de fondo para lograr el objetivo que se pretende.
Algunos números clarifican el panorama. Para fabricar un solo litro de una bebida refrescante como la Coca Cola, se utilizan entre 175 y 200 litros de agua, mientras que son alrededor de 300 litros de agua los que se necesitan para producir un litro de cerveza. Un microchip necesita 16.000 litros al igual que 1 Kg. de carne vacuna. Para producir una tonelada de cobre se utilizan 320.000 litros. La mina La Alumbrera utiliza más de 51 millones de litros de agua por día.
Empresas mineras, hidroeléctricas, automotrices, textiles, petroleras, pasteras, de agricultura industrial y de refrescos como la Coca-Cola, entre muchas otras, consumen y/o contaminan billones de litros de agua por día. La mayor parte sin controles, ni penas, ni consideración de su impacto ambiental.
El uso del agua por parte de las empresas está desbocado, descontrolado y deshumanizado. Su escasez se debe principalmente a eso y la implementación de las medidas necesarias para que se facilite su acceso es una deuda que estas empresas y los países que se han beneficiado y lo siguen haciendo, deberían pagar. Esto no lo dice la resolución de la ONU, lo dice la realidad de un tercio de la población mundial, que sufre las consecuencias cada día de sus vidas.

Ricardo Natalichio

20 julio 2010

El derecho humano al agua podría ser reconocido por la ONU

El próximo 28 de julio la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) tiene previsto considerar una resolución presentada por el gobierno boliviano para que se declare el “derecho humano al agua y al saneamiento”. Este martes empieza la Semana de Acción Global en promoción de ese derecho.

“Para obtener una fuerte resolución adoptada por la Asamblea General debemos hacer saber a los gobiernos que apoyamos el derecho humano al agua y al saneamiento, y que demandamos el reconocimiento de esos derechos en el lenguaje más claro posible”, dice un llamamiento del Proyecto Planeta Azul, movimiento de la sociedad civil internacional contra la privatización del agua, con sede en Canadá.

De los aproximadamente 6500 millones de personas que viven en el mundo actualmente, 884 millones no tienen acceso al agua potable y 2600 millones no cuentan con los servicios mínimos de saneamiento.

El 12 de julio el presidente de Bolivia, Evo Morales, anunció que había presentado la propuesta de declaración de derecho humano al agua ante la ONU, al tiempo que pidió a las organizaciones sociales de las diversas regiones del mundo que persuadan a los jefes de Estado para que se apruebe la solicitud.

Se espera un arduo debate en el seno de la Asamblea General. Es que varias naciones industrializadas han estado trabajando para evitar que el agua sea reconocida como un derecho humano. Entre ellas se destacan Canadá, Australia, Estados Unidos y Gran Bretaña.

Las diferencias entre los países industrializados y los que no lo son parecen cobrar mayor evidencia en el tratamiento de este asunto. “Me resisto a ver esto como una cuestión Norte-Sur, pero se empieza a parecer mucho”, dijo a la agencia IPS la fundadora del Proyecto Planeta Azul, Maude Barlow.

En una carta enviada a los representantes de los 192 Estados miembros de la ONU, la activista señala que “en 2010 no es exagerado decir que la dificultad de acceder al agua potable es una de las peores violaciones a los derechos humanos”.

Barlow explica que Canadá especialmente ha frenado los pasos más básicos hacia un reconocimiento internacional del acceso al agua como derecho universal.

Por su parte, otro integrante del Proyecto Planeta Azul, Anil Naidoo, expresó a IPS que “organizaciones locales e internacionales que luchan por justicia en el acceso al agua reclaman el liderazgo de la ONU para que se reconozca claramente que es un derecho humano, al igual que el saneamiento”.

Naidoo ha estado trabajando con decenas de países en desarrollo para promover el documento presentado por Bolivia. Más de veinte lo han auspiciado. “A medida que se avanza reclamamos que el texto de la resolución sea contundente y no deje dudas respecto de que el agua y el saneamiento son derechos humanos”, dijo.

Radio Mundo Real

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Nota: Ojalá que se lograra algo al respecto, el agua debe ser reconocida como un derecho humano, pues sin ella, no hay vida. Las grandes potencias industriales sólo la ven como un insumo más para obtener mayores ganancias mientras que para la gran mayoría de los seres vivos es de vital importancia contar con ella.