01 septiembre 2009

5 DE SEPTIEMBRE: DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER INDIGENA.

A todas aquellas mujeres que están aún en sus comunidades, como ha quienes han marchado a la ciudad donde a diario batallan por mantener nuestra cultura.
Estamos muy cerca de una fecha especial, en la cual se celebra el Día Internacional de la Mujer Indígena, instituido en 1983, en el Segundo Encuentro de Organizaciones y Movimientos de América en Tihuanacu, Bolivia. Si bien la celebración esta instaurada hace 26 años, la misma a tenido un bajo perfil público.
La efeméride fue escogida debido a que un día 5 de septiembre murió Bartolina Sisa, una valerosa mujer quechua que fue asesinada en la plaza Murillo por las fuerzas realistas, en 1781, durante la rebelión anticolonial de Túpaj Katari en el Alto Perú (actual Bolivia). Fue un hecho sucedáneo de la masiva rebelión que protagonizara Túpac Amaru y su compañera, Micaela Bastidas, en todo el sur andino, de 1780 a 1782. Ella ha pasado a transformarse en ejemplo de acción en defensa de los derechos oprimidos de diversas formas.
No se sabe con precisión la fecha de su nacimiento, quizás 1750 ó 1753. Pero sí están claros los aspectos notables de su decidida tarea independendentista de los indígenas oprimidos por los colonialistas. Junto a líderes varones, elaboró un plan que llevó a más de 150 mil indígenas en toda la región más conflictiva del Perú, La Paz, Oruro, y los valles de Chayanta en Bolivia a una rebelión de alto impacto. A Bartolina Sisa se le considera la abanderada del movimiento, un verdadero fenómeno, inteligente, audaz estratega y talento de comandante político-militar. Se realzan sus condiciones de visión de futuro, sentido de responsabilidad, disciplina, fortaleza, capacidad de tomar las decisiones más apropiadas en el momento oportuno y por la confianza y seguridad que inspiraba en sus huestes. En esa rebelión aymara-quishwa de 1781, su esposo es proclamado virrey del Inca y ella era virreyna, no por ser esposa de Tupaj Katari, sino por el mérito propio. Pero sobrevino su captura y atroz muerte. Fue flagelada, violada, azotada, arrastrada a puntapiés. Posteriormente, fue paseada desnuda montada en un burro y finalmente ahorcada. Más aún, sus verdugos descuartizaron su cuerpo y exhibieron su cabeza y sus extremidades en distintos lugares de los ayllus y caminos donde ella resistió con su lucha. Su cabeza fue clavada en la punta de una picota.
No es la única, pero ella simboliza todo el esfuerzo de tantas mujeres que en defensa de su pueblo son dignas de memoria y celebración en este Día Internacional. La mujer de cada pueblo, "es portadora vital de la herencia cultural, la que enseña la lengua ancestral a los hijos e hijas, la que continúa con las tradiciones, la que resiste las diferentes formas de violencia estructural precisamente por su triple condición de excluída: ser india, ser pobre, ser mujer. La sobrevivencia de nuestros pueblos se debe en gran parte a la lucha anónima y tenaz de las mujeres indígenas; sea en el campo o en la ciudad, ellas desempeñan un papel fundamental en la lucha contra la pobreza, el hambre y la exclusión social y étnico-cultural, y hacen posible el mantenimiento de la unidad familiar sobretodo en el medio rural”,.
Este espacio es para saludarlas y reconocer el trabajo de la mujer indígena de las más cercanas, nuestras dirigentas, colaboradoras, las cuales siempre participan y hacen aportes desde diferentes ámbitos para mantener y lograr que nuestra cultura perdure por muchas generaciones más.
Como Consejo Nacional, estamos preparando lo que será la jornada de celebración y preparación para que podamos juntarnos y optimizar nuestro tiempo en fortalecernos, en informarnos y de esta manera poder ser un aporte en la construcción de la sociedad y en la transmisión mediante la crianza de nuestros hijos.

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